Hoy me llena de alegría compartir un artículo publicado en La Opinión de Málaga por Marcel Vidal Vidal , que recoge el alma de un proyecto nacido del amor por el territorio, la tradición y la sostenibilidad: Mutur Beltz.
Desde las raíces mediterráneas de mi Marbella natal hasta las montañas del valle de Karrantza, en Euskadi, este viaje ha sido una aventura que conecta infancia, arte y compromiso social. Mutur Beltz comenzó con una misión clara: rescatar la lana de la oveja carranzana, una especie autóctona en peligro de extinción, para transformarla en piezas únicas de moda, diseño y arte, mientras revitalizamos el paisaje rural y creamos modelos de economía circular.
El Premio Nacional de Emprendimiento de Artesanía 2024, otorgado por el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, no es solo un reconocimiento al trabajo de años; es un homenaje a todas las personas que comparten la visión de unir tradición e innovación para construir un futuro sostenible.
Quiero agradecer profundamente a quienes han hecho posible este logro: los pastores que nos inspiran con su sabiduría, los artesanos y artistas que aportan creatividad y, por supuesto, a quienes valoran el comercio local y sostenible.
Mutur Beltz es mucho más que un proyecto; es un grito de amor por nuestras raíces y un puente hacia nuevas oportunidades para las comunidades rurales.
Como destaca el artículo, la conexión entre el ser humano y la naturaleza es el hilo conductor de nuestra historia. En palabras que me acompañan: «He acabado en el campo buscando la infancia que me asfaltaron.»
Gracias, Marcel Vidal Vidal y La Opinión de Málaga, por compartir nuestra historia con tanto cariño. Seguiremos hilando sueños, trabajando desde el corazón y caminando hacia un futuro más consciente.
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