Referencias del camino
V Residencia Artística del Buen Vivir
-Karrantza 2021-
Acercándonos a la conexión material que existe en la experiencia del paisaje, en la V residencia del Buen Vivir, nos interesó relacionar las estacas que lindan los campos del valle y que limitan el territorio de las ovejas (y el nuestro), con la lana de la oveja karrantzana cara negra.
La madera corroída por el tiempo forma parte de la historia de la actividad agrícola y ganadera que ha ido cambiando con el tiempo en el valle. Son muchos años de ver pastar las ovejas y las diferentes generaciones que se han dedicado al pastoreo, de alguna manera ese tiempo se manifiesta en las grietas, en el color y las texturas de estas estacas. A la vez que la lana originaría de esta tierra, no solo posee unas cualidades físicas, sino que es portadora de sentidos e historia. Para nosotras, conocer su lugar de origen, entender de dónde viene y el proceso que vive dentro de ella, conversar con los y las pastoras, sentir el calor de la lana recién esquilada, escuchar las historias que han dado vida a Mutur Beltz, la dotan de una calidad poética, necesaria para nuestra relación con el paisaje.
Al igual que el paisaje se genera a partir de tensiones, entre la lana y las viejas estacas, podemos encontrar un diálogo que nace de un entorno rural. Son elementos que pueden trascender y transformar la experiencia del paisaje.
Mi primer contacto con el mundo del arte fue desde la perspectiva de historiadora. Esta primera relación me llevó a querer vivir y experimentar la creación por mi misma, y decidí estudiar Arte Textil en la Escuela Massana, donde entré en contacto con los telares y la técnica del bajo lizo. Conectada desde entonces con la construcción del tejido, he tenido la oportunidad de pasar diferentes temporadas fuera de Barcelona, para ampliar conocimientos y conectarme con diferentes círculos artísticos. Primero en París (2018) y posteriormente en el campo de la Isla de Fyn, Dinamarca (2019), donde tuve la ocasión de trabajar con telares históricos y aprender de la larga tradición textil de los países escandinavos.
A finales del 2019, entró como artista residente en el Espai C de la escuela pública Miralletes, una experiencia muy interesante para entender y compartir procesos creativos, a partir del trabajo de la libre creación con los niños y niñas.
Actualmente comparto taller en Barcelona con Pedro Murúa, desde donde sigo investigando la creación con el lenguaje textil, así como con otros materiales.
Después de explorar diferentes medios artísticos, como la pintura y la serigrafía, me traslado a vivir a Barcelona con el fin de aprender el lenguaje del arte textil contemporáneo. Mi interés por ampliar perspectivas, me lleva a vivir por un tiempo en Inglaterra, Francia y Dinamarca. Estas experiencias me han ayudado a tomar conciencia de la relación entre entornos y materiales. Actualmente en Barcelona, trabajo en el lenguaje textil y escultórico, con la intención de investigar el campo matérico y visual.